A todos los incondicionales de "garganta profunda" esto no va de eso. Esto va de un extraño efecto que he observado en.. si, lo adivinasteis, mis odiados compañeros de conduccion. He descubierto que se da la extraña circunstancia de que cuando pasas al lado de un vehiculo, este se siente terriblemente tentado a aproximarse al tuyo. Es como dos imanes, que al aproximarse, experimentan la necesidad repentina de unirse en uno solo. Lo mismo pasa cuando son ellos los que te adelantan. Aun no te han rebasado, empiezan a querer meterse en el carril que tu ocupas. Un buen negocio: CHAPISTA. Media de accidentes vistos por mi desde que estoy en este pais: 1 por dia como minimo.
lunes, 14 de abril de 2008
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