Como tantas otras veces digo, ya se que esto es un blog por y para asuntos relacionados con China. Ese es el objetivo de mi blog para aquellas personas que tienen algun tipo de interes en dicha nacion, pero no puedo evitar aprovechar esta ventana para comentar noticias singulares, no relacionadas en modo alguno con China, pero que seguro mis fieles lectores (tantisimos como hay, cientos!!!) sabran disculpar este pequeño desvio...
Creo que en realidad, no he de comentar mucho, confio en que la sensibilidad de cada uno sera suficiente para interpretar el mensaje o mi estupefaccion o ambos a la vez. Son dos noticias acaecidas el mismo dia y que por dispares, no he podido evitar el mentarlas. Expongo las dos noticias consecutivamente y si alguien despues puede explicarme como es posible que ambas concurran en el mismo mundo en que vivimos, que me lo diga. Si alguien es sobre todo capaz de entender la estupidez de la segunda, igualmente queda invitado a alegar en su defensa.
1ª Noticia:
Comen barro para vivir
En Haití, existen familias enteras que sólo tienen para comer galletas de fango. Las compran en el mercado a tres céntimos de euro la pieza. En un principio utilizaban arcilla, pero se acabó.
Cajenunes, 11 años, pone su mente en blanco antes de ingerir una galleta hecha esencialmente de lodo. La compró en el mercado de La Saline. Tendrá su sabor impregnado en la boca por horas. Su esclerótica es amarillenta. Acumula arruguitas debajo de los ojos, impropias de su edad. Se apoya en una pared del paupérrimo barrio de Cité Soleil (Puerto Príncipe, Haití) y enseña la lengua manchada de tierra. Espontáneo, pícaro, doloroso. Sin saberlo, muestra al mundo lo que tiene que comer para sobrevivir. "No me sabe feo. Me quita el hambre", dice en creole.
En la vieja cárcel abandonada de Fort Dimanche, Chante, 19 años, y sus amigas preparan las pastitas que ha comido Cajenunes. Su jornada comienza a las 4:30 am. Vierten los ingredientes en grandes barriles. Baten lodo, sal y manteca de verdura de baja calidad. Chante sostiene con el brazo izquierdo a su bebé. Tiene la camiseta desarreglada. Acaba de darle el pecho.
El proceso se parece más al que se emplea en la fabricación de ladrillos que a un ejercicio de repostería. Las artesanas dejan secar su obra en la azotea. Acumulan las obleas en filas de seis por 12. En un rápido cálculo se pueden contar casi 3.000. Así todos los días. ¿De dónde sacan el fango? Antes utilizaban una suerte de arcilla comestible. Pero su consumo masivo ha disparado los precios. En 12 meses ha subido un 30% y se ha descartado su uso. Se emplea la tierra que se acumula en las afueras de la ciudad, cerca de los basureros. Así, la propia masa es veneno. Proliferan tóxicos y parásitos (como la Ancylostoma duodenale, que en los niños produce retraso en el crecimiento y en el desarrollo intelectual).
Cuando las galletas están listas se distribuyen en el mercado de La Saline (donde se subastaron los primeros esclavos en América). Las exhiben en barreños. Venden tres piezas por cinco gourdes o nueve céntimos de euro. Familias enteras las consumen. Tres veces al día. No pueden pagar los precios de los alimentos básicos. Una taza de arroz cuesta 20 céntimos de euro y no les alcanza. Son seres humanos que viven con menos de 15 céntimos al día. Los comensales cogen sus pastitas y las comen por pedacitos. Desde el desayuno hasta la siguiente comida. Al anochecer, los vendedores recogen las galletas que no lograron colocar. Varias se han roto por la manipulación constante. Aparece el último escalón de esta escalera de miseria. Los que no pueden comprar una pieza completa mendigan los pedazos. Comen, dubitativos, con las manos juntas las sobras. A cierta distancia, sus siluetas esbozan una plegaria.
2ª Noticia:
La matrícula más cara del mundo. Vendida por 14.5 millones de dólares
Ese es el increíble precio que ha alcanzado recientemente la matrícula número 1 de los Emiratos Árabes Unidos en una subasta benéfica celebrada en Abu Dhabi. Su comprador, Saeed Abdul Ghaffar Khouri, un hombre de negocios de los Emiratos, declaró poco después que había realizado la compra como una inversión, ya que espera que el precio de la matrícula se duplique en dos años. También afirmó que estaba dispuesto a pujar con hasta 30 millones de dólares para hacerse con ella.
Hace menos de un mes la matrícula número 5 se adjudicó por algo menos de 7 millones de dólares en una subasta similar. Pero estos precios estratosféricos no están reservados únicamente a países en los que los petrodólares permiten esas excentricidades. Sin ir muy lejos, en Inglaterra, se vendió la matrícula “F1” por 880.000 dólares. Obviamente las matrículas en estos países se heredan de generación en generación, por eso se pueden comprar y vender, al contrario de lo que ocurre en España.
Su nuevo dueño afirmó no saber aún a qué coche le pondría tan valiosa matrícula. Lo más lógico es que pase a adornar la parrilla del top class por excelencia, el Bugatti Veyron. Si bien en Dubai ha sido visto un Bugatti Veyron Pegaso Edition con la placa número 1 de los Emiratos Árabes Unidos, no parece a primera vista que se trate de la misma matrícula.
Fin de ambas noticias.
P.D. ¿Inversion? No se, de cualquier modo, habra un comprador final que la tenga por puro gozo, y espero que de veras, ese tipo, sienta mas felicidad usando ese dinero en una simple chapa de matricula que en poder ayudar a gente como la de la primera noticia.
La estupidez humana no conoce limites.
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